27/11/10

Endoscopia

Acabo de regresar a casa y lo único que quiero es un vaso de coca-cola con hielo y dormir la siesta. Aun no almuerzo y tampoco tome desayune. Cuando desperté sabía que iba a ser un día de mierda pero me ha ido bastante bien.

La endoscopia estaba planeada para las nueve de la mañana desde hace dos semanas. Tenía que ir en ayunas. Tampoco tome mis pastillas para estar de buen humor. Mi papá me llevo a la clínica. Mama tenía otras cosas que hacer.

Los perros no dejaban de ladrar desde la madrugada. No dormí bien. Estaba muy ansioso por el procedimiento al que iba a ser sometido. No es nada grato saber que uno va tener que tragar un cable hasta lo más recóndito de su ser explorando sus profundidades.

Había algo de tráfico antes de llegar a la clínica. Unas ambulancias alteraban el sonido del caos al que estoy acostumbrado. Por suerte encontramos un buen lugar para estacionar. La asistenta del gastroenterólogo me pregunto muy amablemente mis datos. Aun soy soltero, le dije y se rio.

Casi no esperamos. De hecho era el único paciente en la mañana. Entre a la sala de procedimientos. Papá pregunto cuánto iban a demorar. Le dijeron que no más de quince minutos. Finalmente trague el cable, no fue nada grato. Deteste la música de ascensor que había en el consultorio. Me inyectaron un calmante pero no hiso efecto a tiempo. Estuve despierto en todo momento salvo cuando terminaron y se me dio por dormir.

Luego fui a la casa de mi abuela. Salude a la tortuga que vive en el jardín. Creo que estaba algo dopado. Esa parte si me gusto. Mamá llamo para decirme los resultados del examen. No tengo nada. Estoy sano, solo tengo una ligera gastritis.

Ojala no me prohíban nada. De todos modos no pienso hacer caso a las indicaciones médicas. Ya sé que estoy sano así que todos, menos unos cuantos, se pueden ir a freír monos.

Recordé que tenía que llamar a Anapatricia antes de dormir la siesta. Me acabo de dar cuenta que ya son las dos de la tarde y que me la he pasado durmiendo todo el día por culpa de la anestesia. Me gusta dormir así que no hay problema.

La mamá de Anapatricia contesta el teléfono, pregunta como estoy y me pasa con ella. Le digo que estoy bien, siempre de ser lo más amable posible con ella. Cada vez que voy a su casa me ofrece un vaso de limonada y que la acompañe a ver las noticias en el televisor de la sala. Anapatricia contesta, le digo que no encontraron nada malo en el examen y que solo espero verla pronto cuando acabe sus exámenes finales. La extraño. Ella suena preocupada pero muy contenta. También me extraña.

Estoy bien. Sé que estoy bien. Voy a comer algo antes de regresar a la cama. Aun no se que quiero por navidad. Un par de baquetas esta bien.

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