21/12/10

Yo soy lo que le falta al mundo para ser un lugar mejor.

Yo soy lo que le falta al mundo para ser un lugar mejor. Siempre estoy confundido pero sobre esto estoy seguro. Tal vez sea un poco raro y excéntrico pero soy una buena persona. En las mañanas saco a pasear a la perrita de la casa. Nunca nos preocupamos en ponerle un nombre pero la queremos bastante. Mi hermana la encontró en el parque, la recogió y empezó a vivir con nosotros.

Tengo pocos amigos. Pero todos ellos son muy buenos. Nos gusta juntarnos para beber café y cerveza los fines de semana. En el colegio no me gustaba hablar con los chicos de mi promoción. No me arrepiento de no haberles hablado. Soy mejor que ellos ya que me va bastante bien en la universidad. Si los veo en la calle los saludos. Nunca más volví a verlos y tampoco he ido a los almuerzos de ex alumnos.

Ahora me siento mejor que nunca. El mundo debería ser un lugar menos hostil para personas como yo. Así mi tarea de convertir la realidad en algo más llevadero seria más sencilla. Últimamente leo varios libros al mismo tiempo. Por suerte logro terminarlos todos. Al final de casa lectura hago un pequeño resumen que va en un pequeño archivo de papeles y apuntes.

También me gusta ir al cine o al teatro. Antes prefería ir solo pero después no tenia con quien conversar. Decidí empezar a salir con Érica. Yo pagaba las entradas y ella me acompañaba. El trato me parecía bastante justo pues ya tenía alguien con quien conversar. Me gusta regalarle flores cada vez que puedo aunque se vea bastante cursi.

Ernesto me llama cada fin de semana para ver qué podemos hacer en la noche de viernes o sábado. Los domingos nos la pasamos en pijama en su casa o en la mía viendo películas de zombies. Nos gusta ir al teniente escarlata aunque últimamente nos hemos quedado conversando con una botella de pisco en su sala viendo programas de baile. El pisco sour es para niñitas.

No he vuelto a llamar a Alejandra desde que supe que salía con un deportista corpulento. Siento que mi integridad física peligra estando cerca a esa parejita. Nunca pienso mucho lo que voy a decir así que temo decir alguna barbaridad que los coja desprevenidos y aquel ser de increíble musculatura decida lanzar mi risible humanidad por los aires. Ella tampoco me ha llamado y creo que no lo hará por un buen tiempo por que siempre está ocupada. No importa. Ya puedo vivir sin ella y gracias a ella. Alejandra fue, es y será una persona muy importante en mi vida pero a veces es necesario despedirse sin olvidar. Algún día nos volveremos a ver y le invitare un café para hablar sobre lo que hicimos con nuestras vidas.

Ahora que estoy de vacaciones y mi hermana fuera del país tratare de leer más y escribir lo que se me venga a la mente. No tengo restricciones. Saldré a correr al parque, a veces solo o tal vez con la perra sin nombre que vive con nosotros. No lo sé. Espero que Érica quiera ir al cine la próxima semana y que Ernesto regrese de pasar las fiestas de fin de año con su familia al sur del país.

Por el momento el mundo necesita mi ayuda y yo necesito un poco de contacto con la realidad para seguir adelante. Que las dudas se alejen de mi y esperar que el próximo sea mejor.

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