8/5/11

Feliz dia mamá

El titulo es muy general propio del convencionalismo de dedicarle un día del año a las madres. Todos tenemos una y es por eso que estamos en este mundo. Mas que un agradecimiento disertare sobre mi concepción de la maternidad en las siguientes líneas.
Uno no pide venir a este mundo para darse con la ingrata realidad de conocer y enfrentar la agonía como brega hacia un fin hasta el último de nuestros días. Nuestros padres decidieron, espero que de forma voluntaria, hacer de su existencia algo trascendente y prolongar  esta a través de la prole.  En este caso considero a la maternidad como el ejercicio egoísta hacia el mundo para perpetuar y prolongar la existencia de un ser sin tener en cuenta la finitud de recursos en el mundo en que se vive.  Para tener una idea más precisa recomiendo la lectura de “la tragedia de los comunes” de Garret Hardin o algunos apuntes sobre familia de Gary Becker.
Sin embargo la decisión de traer una vida más a este mundo es provechosa pues nos permite a todos aquellos que lo habitamos disfrutar de las experiencias sensibles y apreciar el conocimiento en sus distintas manifestaciones. Solo eso, a pesar de penurias que tendremos que pasar, amerita el completo agradecimiento a nuestra madre pues es quien lleva el mayor trabajo para traernos al mundo. Tengamos en cuenta que el embarazo es similar a llevar un parasito por un periodo de tiempo no tan breve, que supone dificultades pues altera la figura de nuestras madres y significa una constante variación del carácter por los cambios hormonales que implica.  
Ser madre supone el saber que la vida no acabara con la muerte propia de cada ser finito. La prolongación de la existencia permitirá a madre e hijo estar conforme con el devenir de la existencia pues los hijos en algún momento podrán tomar la decisión de, a su vez, prolongar su propia existencia.
De lo anterior entiendo que si hay festejos estos implican a dos actores. Uno pasivo, la madre pues es quien recibe los honores y gratitud y los actores activos, los hijos quienes demuestran su afecto y retribución por la gracia de estar con vida y poder disfrutar de esta. Esta algarabía se justifica por la concepción cultural que se tiene de los lasos afectivos que unen y relacionan a madres e hijos. Concluyo estableciendo que la maternidad, al igual que la paternidad, no son un derecho sino por el contrario la manifestación del libre ejercicio de la voluntad. Además debemos tener en cuenta una cita de Borges, parafraseándolo tenemos algo así: la paternidad (y la maternidad) al igual que los espejos son aborrecibles pues estos reproducen al hombre.
Yo no soy tan pesimista y encuentra en la reproducción del hombre la posibilidad de entender y modificar la realidad con el paso de las generaciones. Al igual que mi madre estoy interesado en investigar los mismos fenómenos que llamaron nuestra atención. Y no podría hacer nada de esto que me llena de satisfacción si no fuera por ella que paga mis estudios de filosofía y que a fin de cuentas me dio la vida. Gracias mamá.
PD: dejo las siguientes imágenes pues considero el momento oportuno para tratar temas de género. Tener dos madres debe ser una experiencia grata y reconfortante.  Los modelos a seguir no son más que pautas en la formación del ser individualizado y contextualizado en el discurso en el cual se vive.





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