16/6/09

Persiguiendo un Ferrari...

-"Así­ como el animal en cautividad recorre a diario la jaula para desentumecer sus patas o mide la longitud de su cadena, así mido yo la longitud de la mía, remontándome hasta la muerte, para desentumecer mis miembros, y hacer más llevadera la vida.- Kierkegaard


Usualmente suelo compararme con un perro chusco pues considero que son mas fieles y leales que aquellos con pedigree y raza determinada. Esto sin dejar de lado que estos últimos no viven tanto a comparación de los primeros. Entonces, continuemos. no, no ha sido por lo explicado que suelo compararme con un perro chusco. después de todo yo no soy ni he sido fiel ni leal a nadie. además, dudo mucho que mi expectativa de vida sea mayor a la de alguien mas. Es cierto voy a morir joven y solo.

Nuevamente este no es el motivo de la comparación. Recordaba esta idea que en algún momento leí en un cuento de Fernando Ampuero. Según lo que recuerdo el personaje del relato al igual yo desde hace un tiempo ( o mejor dicho al revés ,yo al igual que el personaje) se definía como un perro chusco ya que en sus años de infante e inicios de adolescencia tuvo un aspecto grato como efímero para terminar abandonado y rechazado por su condición y aspecto actual. Esta vez permanente.
En fin esa es la historia del perro chusco, aunque en realidad la entrada verse sobre un Ferrari. ¿Que tiene en común un perro chusco y un Ferrari? Al parecer nada y es cierto. Nadie con un Ferrari podría tener a un perro chusco como mascota y alguien con un perro chusco como mejor amigo sabría que realmente no vale la pena tener un Ferrari en el garaje.

Pero hay días en los que el perro chusco se da cuenta que simplemente es es un perro chusco y se acepta tal y como es. O para que no digan que vive en un mundo de fantasía también acepta que se ha resignado a su condición permanente de perro chusco. Así que si ya sabe lo que es y a donde va –preguntas propuestas constantemente-es momento de hacer lo único que le queda. CORRER!!
Finalmente a llegado el momento en el cual el perro chusco persigue al Ferrari, corre y corre. No puede alcanzarlo. Sabe que no puede alcanzarlo. No importa solo corre, persigue al Ferrari, corre, corre y corre hasta quedar extenuado, abatido y cansado. Ahora además de chusco esta viejo pero curiosamente no ha perdido la alegría y desenfreno de los buenos años que solían caracterizarlo. ¿Que pretendes perro chusco?subirte? ladrarle?mearlo? Qué importa ninguno de los dos tiene ni la mas remota idea. Así que solo persiguelo perro chusco, corre, corre como nunca antes lo has hecho. después de todo aun si llegaras a alcanzarlo no podrías manejarlo.

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